Como pequeño
fragmento de la ciudad, la propuesta introduce tanto al exterior como al
interior, la jerarquía de calles y plazas, espacios comprimidos y expandidos,
vacíos y llenos. No se construye por tanto un recinto ajeno a lo que le rodea,
si no que la relación con el entorno se manifiesta a través de los nuevos
espacios de relación.
Es por ello que pabellón
deportivo existente en la parcela de actuación queda integrado en la
propuesta junto al nuevo polideportivo, de tal modo que apoyándonos en sus
bloques auxiliares podríamos desarrollar
los espacios conjuntos de control, circulaciones y servicios públicos que
envolvieran a ambos pabellones. De este modo la disposición de las pistas nos
permitía obtener una sucesión de tres campos deportivos: el existente, el nuevo
pabellón y las pistas al aire libre.
El bloque de la piscina, con diferente
gestión, se separaría de los pabellones, creando un nuevo espacio abierto de
relación entre los equipamientos del complejo y
cerrando la parcela al sur.